16/10/06

Ciento ochenta grados y un segundo

Y volver. Volver a veros. Volver a conoceros. Volver a compartir secretos con vosotros. Volver a dormir acompañado. Volver a desfasar. Volver a mezclar sueño y realidad. Volver a sentir que soy libre... libre como el quetzal. Y ahora... toca despertar. Buenos días, tía María.

Originalmente publicado en http://memoriasdeunquetzal.bitacoras.com .


Ayer me mandaron un test de esos. No es que me suelan gustar, pero éste hay que responderlo con canciones, y dado que el blog intenta conjugar esos mundos paralelos que son la música y la literatura... ¡aquí lo tenéis!

1 ¿Eres hombre o mujer? Boys, girls & toys (Plástica)
2 Descríbete: Fly away (Lenny Kravitz)
3 ¿Qué sienten las personas acerca de ti? Munich (Editors)
4 ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental? Me voy (Julieta Venegas)
5 Describe tu actual relación con tu novi@ o pretendiente: Someone else's bed (Dover)
6 ¿Dónde quisieras estar ahora? Volver (Calle Cortada)
7 ¿Cómo eres respecto al amor? El rastro (Marea)
8 ¿Cómo es tu vida? The good old days (The Libertines)
9 ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo? Confiar en alguien (Amaral)
10 Escribe una cita o frase sabia: The only difference between martyrdom and suicide is press coverage (Panic! at the Disco)

7/10/06

Inspiración expirada

El teatro cerró su telón, ante los aplausos de los cero visitantes que había recibido la obra. Se descolgaba de los techos el desánimo apocalíptico de quienes habían dejado su piel, y lo que no era su piel, en una vana esperanza de los tiempos mejores que no dejan de ser pasados o futuros. Los murciélagos de la cueva comenzaban a volver por aquellas horas, y los actores se apresuraban a encender un fuego. Calentarse no era nada necesario en un septiembre de las latitudes sureuropeas, pero la luz daba tranquilidad. Es como volver a casa después de un largo viaje, como sentirte en tu hogar en medio de la travesía. Como sentir que la distancia no es distancia, no es lágrimas, no es una llamada a cobro revertido; simplemente una circunstancia a aprovechar.

Bailar donde sólo se mueve el aire, el viento que mueve el aire y que, en el fondo, es la esencia de nuestras danzas. Zapatazos de rabia y dolor. La madera de los antiguos sauces llorones se lamentaba de nuevo. Gritos, un par de ellos, para los que nunca los habían oído. Después de todo, el corral de comedias existía desde los tiempos en que las obras no se escribían, se aprendían, se vivían, donde personaje y actor se confunden como mercancía y vendedor. La hoguera seguía ardiendo toda la noche, todo el día, toda la tarde. El teatro seguía funcionando, con cortinas negras, cortinas amarillas, cortinas rojas. Los espectadores seguían sin venir, perdidos, ausentes.

La actriz principal del segundo acto se detuvo, no de movimiento, sino que se paró su alma, en mitad de la quincuagésimoprimera representación. A lo mejor no había espectadores porque el suyo era un arte incomprendido. Sí, los dramaturgos siempre habían estado un poco locos, pero el que escribió esta tontería, el primero. No era buena idea lo de que su espalda fuese la que hablase al público etéreo, al fuego eterno de la vida que yacía entre ellos.

El apuntador comenzaba a impacientarse. "Las sombras no son más que lo que vemos de nosotros". ¿Cuanto tiempo había estado la verdad ante ella? En un arrebato de esos que distinguen la locura y la cordura, ambas, de la simple inactividad del alma que no piensa en el espíritu de los demás, ella dio un giro sobre sí misma. Sólo para ver la hoguera, ardiendo, desde tiempos de fuera de nuestros recuerdos, o quizá de dentro pero olvidados. Allí estaba. Iluminándolos. Se dio cuenta de lo que significaba este extraño mundo del teatro. Cambiar el guión. Sí, eso haría.

En el tercer acto de la quincuagésimo primera representación de la obra cumbre de aquel incomprensible autor, el Hombre de los Caracoles cambió su intervención, como habían hecho casi todos los personajes aquel día. "Decía vuestra extraña en un tren que el mundo es como un gran teatro, y los hombres y las mujeres no son sino actores. Actores de nuestra propia obra. Espectadores de nuestra propia obra. Disfrutad con ella."

Para Feiruz, porque los cuentos son como la vida: siempre acaban en puntos suspensivos.

Originalmente publicado en http://memoriasdeunquetzal.bitacoras.com .


Nena Daconte - En qué estrella estará
http://www.youtube.com/watch?v=Zx3m4e45bTo


'Cause it's a bittersweet symphony, this life.
Try to make ends meet you're a slave to money then you die.
I'll take you down the only road I've ever been down.
You know the one that takes you to the places where all the veins meet, yeah.

Well I never pray, but tonight I'm on my knees, yeah.
I need to hear some sounds that recognize the pain in me, yeah.
I let the melody shine, let it cleanse my mind, I feel free now,
but the airways are clean and there's nobody singing to me now.

No change, I can change
I can change, I can change,
but I'm here, in my mold,
I am here, in my mold.
But I'm a million different people
from one day to the next,
I can't change my mold,
no, no, no, no.

I'll take you down the only road I've ever been down.
Have you ever been down?